Nuevas heroínas: narrativas de rebeldía y emancipación

Nuevas heroínas: narrativas de rebeldía y emancipación

Al reflexionar sobre nuestra experiencia, los seres humanos constantemente buscamos espejos: personas, personajes y situaciones que resuenen con nuestra realidad personal.

En la actualidad consumimos una cantidad gigantesca de cultura popular; los fenómenos digitales, cinematográficos y televisivos están más que nunca presentes en el pensamiento colectivo.

¿De qué hablamos cuando hablamos de representación?

Cuando hablamos de representación es importante saber que al vernos reflejadxs en los personajes que protagonizan estas olas culturales masivas adquirimos un sentido de validez. Este puede ayudarnos a navegar la vida y conectarnos con personas afines, o en el peor de los casos, todo lo contrario. 

Los efectos psicológicos de nuestro consumo no deben ser subestimados. La inclusión es un tema cada vez más relevante, sin embargo, no todes experimentamos una representación constructiva cotidianamente. 

La experiencia femenina representada

Aunque hoy en día las mujeres tenemos más influencia mediática que antes, aún estamos encontrando formas de representar la experiencia femenina — por supuesto presente en la literatura, el cine y la televisión, y más recientemente en las redes sociales —, en toda su diversidad y matices

Es justo decir que buscamos (y merecemos) contenido profundo que resuene con la complejidad de nuestra vivencia. Por un largo tiempo ha existido un enfoque predominante en la híper sexualización de las mujeres, y alarmantemente de las niñas. Son vistas desde una perspectiva de consumo masculino. 

Pero también hemos visto un fenómeno en particular que ha ganado terreno durante las últimas décadas: la emancipación de un nuevo arquetipo de heroína. Un ejemplo relativamente reciente que, aún con defectos en su manera de retratar una protagonista que pudo (y debió) haber sido una mujer de color, abrió paso para la llegada de múltiples heroínas en la arena pop fue el de Katniss Everdeen. Figura central de la aclamada saga literaria y cinematográfica Los Juegos Del Hambre. 

Si bien podemos pensar en otros personajes femeninos que sobresalen en el plano de las cintas de acción, como Ripley (Sigourney Weaver) en el clásico setentero de terror cósmico Alien, o la princesa Leia (Carrie Fisher) en la franquicia de Star Wars, Katniss se ha vuelto un referente de heroína rebelde para generaciones jóvenes. Tanto por la consciencia social que aborda la saga como por su trasfondo personal, que no explota arbitrariamente su sexualidad. Su voz y acciones son tan importantes dentro del universo ficticio de la saga que modifican tajantemente la realidad de sus habitantes. 

La hechicería: reivindicando a esas otras heroínas

Hoy podemos elegir entre distintos libros, series y películas que exploran personajes femeninos con más consciencia y amplitud, muchos creados por mujeres alrededor del mundo

Recientemente hemos visto fenómenos como el reboot de Sabrina: La Bruja Adolescente y la nueva serie de Merlina (protagonizada por la actriz latina Jenna Ortega). Estos apelan a una audiencia joven y exploran temáticas oscuras relacionadas con las artes ocultas. Asunto que ha sido estigmatizado en el pasado, cuando frecuentemente se acusaba injustamente a mujeres por un sinfín de razones, utilizando la “brujería” como pretexto. 

Se observa un cambio radical en la representación de la heroína. Las nuevas protagonistas no utilizan su sexualidad para manipular a las personas y circunstancias a su alrededor

Este cambio drástico de percepción de la identidad femenina es increíble. Sobre todo, si consideramos la inmensa cantidad de niñxs que consumen e integran dichas representaciones. 

La misión: libertad y visibilización

No es inherentemente negativo que las mujeres vivamos una sexualidad libre y activa. Mientras sea consensual, independiente y sana, no una imposición patriarcal que ejerce control sobre nuestro derecho a una vida digna independientemente de nuestro “atractivo sexual». 

Dejamos que las infancias disfruten de contenido diverso que no agreda sus identidades. De esta manera, será posible que crezcan con una percepción más amable de su propia existencia. Esto hará que se acerquen a valores de aceptación, empatía y entendimiento mutuo

El mundo que vivimos es un reflejo de las historias que contamos. Cuando las sociedades necesitan un cambio, las viejas narrativas se estancan y se vuelven obsoletas. 

Esperemos que el futuro cercano nos brinde más contenido que contribuya a enaltecer y dignificar la experiencia femenina. La travesía de la heroína no es lineal, y al cambiar la perspectiva podemos generar cambios positivos.

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