Etiquetado negro: reaprendiendo a comer

Etiquetado negro: reaprendiendo a comer

La nueva propuesta para que entendamos los etiquetados de los alimentos que consumimos en México ha creado muchísimas interacciones que se han logrado ver entre usuarios en redes sociales. Desde el rechazo hasta la confusión, aquí te explicamos cómo funciona el nuevo etiquetado y porqué la clave está en el balance.

¿En que consiste el nuevo etiquetado?

El objetivo principal es brindar de manera clara y precisa la información nutrimental, sanitaria y comercial de lo que se está consumiendo. Desde ingredientes que podrían ser un riesgo para la salud hasta la cantidad de calorías que contienen.

De acuerdo con el sitio https://etiquetadosclaros.org/ la iniciativa consta de 6 sellos que muestran si el producto contiene exceso de calorías, azucares, grasas saturadas sodio y grasas trans. Se indicara en el producto, incluso, si contiene cafeína y educolorantes para evitar que sea consumido por niñas y niños. Estos etiquetados estarán en cada producto que sea comercializado en México, ya sea nacional o internacional.

En términos más accesibles, en el caso de sólidos significa que si en 100 gramos de un producto hay arriba de 275 calorías, se le otorgara el sello de “exceso de calorías”. Si el producto contiene 10% de sus calorías con grasas, se le aumentara el sello de “exceso de grasas” y así sucesivamente.

Esto no quiere decir que ya no podamos comer nada y que todo nos vaya a hacer daño, en realidad la clave está en balancear lo que consumimos, es decir, cuando tu compras un producto menor a 100 gramos,  necesitarías comerte varios de los productos que sumen esa cantidad para que sea un exceso de calorías o grasas.  Por ejemplo, en un chocolate comercial en barra de 20 gramos, se necesitarían consumir 5 chocolates para que sean 100 gramos y sea un exceso de azucares.

Marketing expuesto

Dicho lo anterior, muchas personas enloquecieron al ver los productos con una imagen “healthy” con el etiquetado negro, por lo que los memes no dejan de circular para manifestar confusión, ya que gracias a este nuevo etiquetado fueron desenmascarados productos con una imagen ‘saludable’ que había generado una preferencia de consumo en la búsqueda de alternativas, tal es el caso de frituras y tostadas, panes, cereales, barras y lácteos.

Aunque es confuso, es necesario tener en mente la conversión de calorías/gramos y sobre todo saber elegir cómo y con que frecuencia consumimos lo que consumimos. No es lo mismo ingerir 100 gramos de chocolate a 100 gramos de fresas que son lo mismo en gramos pero no en calorías y en vitaminas y minerales.

Y aunque muchas personas se han quejado de que este etiquetado lo único que hace es difundir miedo, en realidad es necesario hacer conciencia, pues México es el país número 1 en obesidad infantil y el segundo en obesidad entre adultos.

No tiene nada de malo ingerir alimentos que contengan este tipo de ingredientes, lo necesario es reflexionar con que frecuencia las ingerimos y que tan dañino puede ser para nuestros cuerpos, qué contiene lo que consumimos y cómo puede repercutir en nuestra salud si nuestros hábitos alimenticios dependen mayoritariamente de la comida chatarra.

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